OneShot inspirado en la
canción If I die Tomorrow de FEM
con Bill Kaulitz.
Fue recién salió, pero he decidido subirlo
aquí también. Espero les guste. :)
Explico: Pondré Hetero-Twc porque
si bien lo escribí en un principio como una
idea Hetero... bien se podría ver TWC u otro,
al gusto de los demás. No especifica sexo.
:)
Pareja Principal: Gusto personal
Género: Hetero-Slash
Advertencias: Tragedia, Fantasía, Lime.
Finalizado: Sí
No. de Capítulos: Capítulo Único
Resumen:
"Si muero mañana..."
Capítulo Único
Sentado en este Ferrari voy, contemplando el hermoso
paisaje que yace del otro lado de el parabrisas, junto a nuestra vida
desperdiciada. Tu no sientes, yo no siento, ambos no queremos, estamos aquí
solos, muy solos.
Tu quieres vivir tu vida, yo la mía; sin embargo es algo
que simplemente corre frente a nuestros ojos sin nada en común, sin nada
fantástico, no como lo esperamos. Nadie tiene tal iniciativa en su persona, en
uno mismo, en ambos.
Tú quieres, yo quiero, mas nada hacemos por realizarlo.
Sumidos en un silencio sepulcral, tú te vas, yo te dejo ir. Sin hablar, sin
mirar, únicamente así.
Mientras tales pensamientos recorren mi conciencia
intranquila, inconscientemente mi pie se tensa, se tensa tanto que obliga al
acelerador a ser abusado sin mi consentimiento, avanzando sobre el asfalto a
tales velocidades inalcanzables.
Me encuentro solo, sin ser aún consciente de la gran
maratón automovilística a la que estoy sometido y, sin embargo, bien se siente.
Muerto por dentro, sin sentir algún sentimiento, inerte
de emociones de las que una persona viva está acostumbrado, viviendo por amor.
Amor a ti.
Mi mundo da vueltas, revivo aquellos momentos en los que
llegaste a mi vida, aquellos donde vi tus ojos conectar con los míos y un
sinfín de emociones aparecieron en mi pútrido corazón.
Aún lo recuerdo, en aquel concierto, aquel grito y única
mirada, una mirada cómplice, aquella que consolidó un amor encontrado. La que
te encontró.
4 años, 4 largos años junto a ti, pero una misma rutina,
una rutina aburrida de la que, por amor, no estamos dispuestos a romper.
Nuestro amor nos salva, nos reclama y nos mata lentamente. Mas nada decimos.
Tu sonrisa, esa hermosa sonrisa que dibujo tu angelical
rostro al saber mi deseo de estar junto a ti por el resto de mi vida, cuando te
dije de mis planes contigo, para poder estar junto a ti todo el tiempo. Tu
sonrisa.
Mi mente se perdió en tu sonrisa, esa que me encanta,
una misma sonrisa de la que no estoy dispuesto a renunciar, sin embargo, la
misma que me desconectó del mundo… de mi realidad, esa realidad que es vital
para alguien que está ante un volante, a una velocidad inigualable, a la
deriva… de alguien a quien lo esperan más tarde.
No me permitiste ver un camión en mi mismo carril, no me
permitiste oír lo pitidos del claxon, ni los frenos de sus llantas, únicamente
el impacto.
Toda mi vida corrió por mis ojos, toda tu vida por mis
emociones, y todo nuestro amor como una película romántica de la que no fue más
que eso, una película de ensueño, la mejor que he visto y vivido.
Un dolor se apoderó de mí, ese dolor que mata lentamente
a los corazones. Tarde me di cuenta de lo que yo significo para ti, de lo que
tú significas para mí y, de lo que un descuido puede traernos a nuestras vidas.
Nunca viví mi vida al máximo, no como yo quisiera y, lo
peor de todo, que todo lo quería hacer junto a ti. Por mi cobardía, por mis
miserias y mi estúpido silencio me perdí de los mejores momentos a tu lado. No
puedo soportarlo.
Lagrimas bañan mis mejillas, las cuales voy sintiendo
como un camino hacia la miseria y desesperación… el más puro dolor.
Mas estas muestras acuíferas del dolor paran, paran al
darme cuenta de que puedo sentirlas, de que mis parpados pesan y mi cuerpo
duele. De que muy en el fondo, muy poco, siento algo entre mis manos, siento
una presión en mi pie derecho y una comodidad inigualable en la espalda. Mis
parpados pegados.
Un dolor en el pecho y una desesperación inundan mi ser,
esto no me puede estar pasando y es que, no, no puede estar pasando, no pasa,
no está pasando.
Un sonido ensordecedor hace que una claridad
inimaginable llegue a mis pupilas, lastimandolas y obligando a fruncir mi ceño,
pisando por reflejo el freno, aquel que me salvó la vida. En realidad.
Mis brazos se flexionaron a modo que el volante de un
giro de 360º y el coche de una vuelta, saliendo de carril, esquivando aquel
camión pronto a mí.
Aparco el coche, contengo el aliento y trato de no
hiperventilar más de lo normal, consiguiendo calmarme a través de minutos
después de dicho suceso.
Entonces me pongo a pensar. Suerte tengo de no morir
ahora, no haber muerto nunca antes pero, el futuro, mi destino y el tuyo es
incierto. Todo puede pasar. Y ya no lo puedo desperdiciar.
Mis nervios vuelven a la normalidad, mi respiración se
normaliza y mis reflejos también. Entonces estoy listo para volver, volver
junto a ti, amor mío.
Mi cuerpo en función se comunica a modo de manipularlo
en cuanto a mi cerebro se refiere, haciendo mi acción deseada. Una perfecta
vuelta en “U” y voy de regreso a casa. A nuestra casa.
Minutos pasan, viendo el mismo camino divisado horas
antes, cuando iba hacia un desconocido destino, aquel que no fui.
Tarde ya es, la noche llega y aún no te veo. No veo ese
rostro en el que pueda volver a soñar y tener entre mis manos. Aquel en el que
puedo besar cuantas veces quiera, hasta que me canse y la verdad es que nunca
lo hago, jamás me cansaría de ti. Porque eres mi droga, mi subsistir.
Entro rápido a nuestro lugar especial, ese que presencia
día a día pequeñas pero significantes entregas de nuestro amor. La noche cayó,
la casa cerrada y luces apagadas. En la penumbra te encontraré.
Con todas mis ganas subo las escaleras hasta perderme
frente a la nuestra.
Te veo dormir. Como aquel ángel que lo único que hizo
fue salvar mi vida de una cotidiana, para volverla fantástica. Y entonces lo
pienso.
¿Qué hubiera pasado si hubiera muerto?
Simple. El hubiera no existe y solo fue una prueba más
para poder valorar nuestras vidas juntos, solos y felices. Para animarme a
valorarte y a decirte en cada oportunidad ese te amo que tanto necesitamos.
Vivir la vida al máximo cada segundo, ya que, como lo
viví, nunca sabes lo que puede pasar en el futuro… en el mañana.
Y entonces la incógnita sería.
… Y si yo muero mañana…
Entonces tendría que hacer todo lo que quiero hoy, y,
todo lo que yo quiero es a ti, junto a mí, vivir la vida, hacer lo que nosotros
deseamos y vivir al máximo, a la deriva y con amor.
—Y si yo muero mañana…
Tu despiertas, te remueves en la cama, tus finos
cabellos se resbalan por la blanca almohada y las sabanas caen por tu delicado
y blanco cuerpo. Dejándome apreciar lo
escultural de este. Dejándome enamorarme otro poco más.
—Mi vida —Me llamas mientras abres poco a poco tus
divinas orbes, las que me ven todos los días y me transmiten ese amor
incondicional del que estoy seguro que me profesas.
—Hola corazón —Te respondo con ganas de devorar tus
labios, me llaman y no puedo poner objeción, ejerciendo mis pensamientos, junto
mis labios con los tuyos. Suaves, delicados y deliciosos—. Vístete y arréglate,
vamos a salir —Continúo una vez que deje mi tarea sobre tus deliciosos labios.
—¿A dónde vamos amor? —Me preguntas, con cierto gesto pícaro en tu rostro, una sonrisa traviesa se cuela en tus finos labios, provocando el mismo efecto en mí.
—A donde el destino nos lleve… quiero hacer todo lo que
a mi mente se le ocurra, pero a tu lado… —Dejé un casto beso en tus labios,
dejando un poco de privacidad entre los dos al término de éste, el tiempo justo
para que hagas mi pequeña orden.
Una vez terminaste, nos arreglamos y tras un puro beso
de amor verdadero, salimos, encerrados en el gran Ferrari cantando cual
cantante en pleno escenario, canciones producidas por la radio y el sentimiento
en nuestros corazones, con las ventanas bajas, dejando colar el viento que
enfría nuestras mentes y nos hace disfrutar cual niño pequeño, embargado por
diferentes emociones conocidas.
Fiesta, antro, música y bebidas sin límites, nos hacen
vivir esa juventud eterna en nuestro ser. Disfrutar de la vida que nos queda.
Las canciones van y vienen… yo te saco a bailar,
perdernos en nuestra hermosa burbuja de fantasía y amor. Diversión.
El calor sube, pegados, junto a decenas de personas que
también bailan al mismo ritmo, nada comparado con nosotros.
Pienso disfrutar de ti lo poco que queda de esta mísera vida
llena de amor entre nosotros.
Disfrutar a cada segundo.
Poso mis manos en tus caderas, te acerco a mí, te canto
en los labios, transmitiéndote mi aliento, juntando ambos nuestros y mirándote a los ojos. Mi rostro formula una sonrisa placentera, tenerte
tan cerca es únicamente un reflejo de mi rostro. Normal.
El calor sube, nuestros cuerpos danzan al compás de la
música… aquel hit que ha salido dando un vuelco al mundo, aquella que me abre
los ojos y que se amolda a mis nuevos pensamientos contigo y respecto a mí.
Tanto calor
contenido en los cuerpos hace que pronto volvamos a la casa, incontenidos en
nuestros corazones y devorándonos tras traspasar la puerta a nuestra
privacidad.
Te devoro la boca, esos labios que me enloquecen, te
pego a mí, te dejo sentir como me pones y esto te provoca. Desprendo una a una tus
prendas, aquellas que cubren tu escultural cuerpo, el que me enloquece.
Pruebo de nuevo el sabor de tu piel, no dejando ningún
rincón de tu cuerpo. Todo conocido pero nuevo para mí.
Nos amoldamos una a una nuestras caricias,
demostrándonos el amor que nos tenemos y al mismo tiempo la pasión que podemos
otorgarnos.
Entro y salgo de ti, gustoso de poder probarte de nuevo,
de sentirte de nuevo y de tenerte en mis brazos de nuevo.
Es una sensación que nunca me cansaré de sentir y que,
por más bizarro que suene, imposible, me hace amarte de nueva cuenta.
Cansados con nuestros cuerpos sudados terminamos
envueltos bajo las sabanas blancas que cubren nuestras respiraciones
apresuradas.
Todo esto es nuevo para ti, pero ahora será nuestra
rutina incierta.
Mientras cobras tu respiración te observo en silencio.
Rememorando tu pálida y blanca piel, tus labios carmesí, tus ojos que tanto
deseo y amor desprenden y, tus cabellos que esparcidos en la almohada dan ese
toque angelical en ti.
Tal vez no seas perfecta pero, para mí lo eres, mi
perfección y mi ser en vivo. Y para mi solo.
Abres tus ojos, los cuales inmediatamente se encuentran
con los míos, me sonríes y únicamente me preguntas…
—¿Por qué?...
No sabemos lo que puede pasar mañana, así que prefiero
vivir mi vida contigo hoy.
Mi respuesta es una canción…
—If i die tomorrow
Than that maybe
means we had the night of our lives
If tomorrow
Never comes, then
tonight we lose control...
Espero les gustó. Todos los que
estoy colgando ya son demasiado
"Viejos". Aún así quería y quiero
compartirlo con ustedes.
¡UN BESO! :)
Si se les sale un comentario por ahí,
agradecería bastante :3
No hay comentarios:
Publicar un comentario