lunes, 29 de abril de 2013

Looking at the Sky - Capítulo 3

Decidí publicarme 3 capítulos de
esta fic. Éste es el segundo ;)


Capítulo 3


—no puedes continuar así, debes decírselo—me dijo Georg una vez que Tom cerró su habitación ¿Cómo mierda lo sabía?

—¿De qué hablas Geo?—intenté hacerme el desentendido.

—no te hagas Bill, ya sé desde hace un buen rato que amas a Tom, de una manera que digamos—le pensó—no es muy de hermanos.

Decir que me quedé frio es decir muy poco, y es que casi me da un shock epiléptico enfrente de él.

¿Acaso soy tan obvio?

—sigo diciendo Georg—intenté una vez más—no sé de qué mierda estás hablando…

—haber, si me crees idiota, lo estas demostrando muy bien, así que no te conviene mentirme y no ahorita, donde no hay nadie más en el pasillo más que nosotros, así que no tiene caso, aún así, yo ya sé muy bien, allá tu si te quieres seguir engañando…

—ok haber, revuelves todo, paso a paso y ya nos entendemos ¿Vale? —fue mi última alternativa. Jódeme.

—tu estas enamorado de Tom ¿cierto o falso?

—bueno…—no sabía ni que estupidez decir, puesto que pillado, ya estaba… resignación—vale como sea… si… cierto, pero, nadie puede saberlo Geo, no…—titubeé, estábamos a mitad del pasillo y mis nervios estaban al límite—no me siento muy cómodo hablando de esto a medio pasillo donde… las paredes escuchan.

—vale, creo que necesitas alguien con quién desahogarte, que te parece si te invito ammn, una cerveza en el parque…

—¿A esta hora?—debería estar loco, eran las 10:30

—¿Qué tiene? Es mucho mejor puesto que, estamos solos

—pero…—solo, en el parque, con una cerveza y Georg, en la noche… no lo sé.

—hay no seas gilipollas, ándale, que yo te protejo de que no te secuestren y prostituyan…—vale, que desgraciado mi amigo… siempre sacándome una sonrisa.

—¿sin algo que taparnos?—me rendí y me miró de arriba hacia abajo

—eh… sí, ¿Qué tiene? No es que esté nevando

—bueno, como sea, vámonos…

Pues, seré sincero, estaba muy nervioso. Se supone que nadie debería de saber mi gran ultra secreto. Sin embargo él lo sabe y, tengo miedo de que alguien más también lo sepa, y, de que por ese motivo, mi hermano se pueda enterar y tachar como un maldito enfermo por el resto de mis días. Primero muero.

Exactamente y, como había dicho Georg, nos paramos a tomar una cerveza a mitad del parque. Algo muy extraño, yo hubiera jurado que únicamente estaba utilizando un sarcasmo bastante limpio conmigo, sin embargo, hay cosas en la vida de las que simplemente, te sorprendes. He aquí un ejemplo.

—Y bien, ahora si estamos solos, tienes mi autoridad y mi palabra para que yo te pueda decir que, juro, nadie más que yo se va a enterar a menos, que sea por otros medios o por ti mismo claro está—me decía Georg con una palpable sinceridad en sus ojos y sus palabras, creo que, puedo confiar en él.

—de acuerdo, ahora lo sé, pero, en sí, ¿qué quieres que te platique, cuente, relate o confiese? —pregunté, decidido al fin.

—únicamente quiero que me digas que fue lo que te incitó a sentir esto, porque, déjame decirte que no es algo muy normal que digamos.

—vale, eso lo sé, ¿crees que si no lo fuera no estaría así?—creo que es obvio.

—como sea tío… ¿Desde cuándo? —así de directo el cabrón.

—pues, no lo sé, yo creo que desde siempre—fui sincero, al fin, ya nada perdía—ahora que lo pienso porque, déjame decirte que lo pienso y muchísimo, creo que siempre ha sido, desde pequeños… siempre busqué llamar la atención de mi hermano. Ya sea siendo más delicado, mas travieso, más aventado, más brabucón a veces… siempre buscando su atención—viré mi vista hacia la lata de cerveza que posaba sobre mis manos—recuerdo claramente, una vez, creo yo que teníamos 10 años y, me quedé dormido en el sofá… mi hermano estaba en la sala y yo no tenía idea de cuando fue cuando llegó Andreas… únicamente después bajé sigilosamente, nadie me vio… entonces escuché decir a mi hermano que lo que más le gustaba de las mujeres era que se maquillaran los ojos, dijo que las hacía ver mas sexy’s y bonitas. Entonces quise experimentar—una sonrisa amarga floreció de mis labios al recordar tal escena—Fue ahí cuando empecé a maquillarme, el negro me hacía ver especial, diferente. Y, cuando mi hermano me vio, me dijo que me veía muy bien, muy guapo, bonito y diferente. Como a él le gustaba. No me gustaba mucho maquillarme pero, si era por él, lo hacía. Hasta que me acostumbré y, pues ahora ya no soy yo sin maquillaje. Lamentablemente esto no duró mucho, puesto que “pasó” para él.

—entonces, esto ya tiene bastante ¿Cierto? —me preguntó ahora, ya más calmado y comprensible, creo que siempre lo agradeceré en el.

—desgraciadamente. Yo siempre fui de los que tenían problemas con los más brabucones del salón o del colegio entero. Pero lo que nadie sabía—y ahí va mi secreto chicos—es que, yo los provocaba. Siempre pasaban a mi lado y los empujaba, les decía de cosas y, aunque varias veces pude derrocarlos, siempre trataba de hacerme el débil, la victima por así decirlo y aunque suene feo… únicamente para que mi adorado hermano me defendiese y yo, tuviera la ilusión de que le importo.

— es enserio Bill? —me preguntaba asombrado. Claro, es lógico.

—Desgraciadamente, es absolutamente en serio—y ahora estaba avergonzado de todo lo que hice tiempo atrás, pero, es que todos hacen hasta lo imposible para que la persona que se ama le dedique, aunque sea, un segundo de atención—pero, creo que no logré nada.

—eso es verdad, digo, es algo estúpidamente loco, nunca creí que tu… Bill Kaulitz, fuera capaz de hacer eso todo para que su hermano le ayudara—quedó pensando en las palabras

—eso es masoquismo

—supongo que sí, pero en su momento lo creí meramente necesario

—¿Jamás creíste o quisiste que esto terminara? —que pregunta tan más estúpida.

—Geo… ¿Es enserio?

—Bueno, no está demás preguntar—se burló—además, eres Bill—dijo como si fuera obvio—todo puede ser capaz de ti, por lo que me acabo de dar cuenta… entonces…

—pues claro que sí, lloraba y me castigaba a mí mismo, a mi mente misma por querer lo que, es obviamente imposible y, enfermo… pero no lo pude evitar, a veces trataba de evitarlo, hablarle creyendo que, con eso, iba a “desenamorarme” pero, lo necesité como agua en un desierto y es literal—rectifiqué— intenté de todo, convencerme e incluso en la mente pero, no pude y solo dejé que este sentimiento creciera ya que, por obvias razones, no podría ya hacer nada, estaba jodido… y lo sigo estando—di un sorbo a la cerveza que, hace un poco de tiempo no ha sido llevada a mis secos labios.

—Bill, creo que te estás castigando al mantenerlo en secreto por…

—¡¿qué?! —lo interrumpí con un grito-pregunta—¡¿Acaso pretendes que lo grite a los 4 vientos?!

—no, es obvio que no Bill, pero, mientras no le digas nada, el hará lo que hace sin saberlo, te lastimará sin saberlo y hará su vida, matándote… sin saberlo—razonó, al igual que yo en esos instantes, estaba más calmado.

—pues, es que, viejo… no sé qué decirte, no me creo capaz de hacer ni decir ni nada que se le parezca respecto a este tema, simplemente no me lo imagino—dije más verdaderamente esos pensamientos que, justamente en ese momento, pasaban por mi cabeza una y otra vez

—y nunca lo harás—afirmó— porque no sabes la reacción que tendrá, pero, no ganas nada imaginándote algo que jamás sabrás… es mejor saberlo de una vez, que dejarte matando poco a poco… porque eso es lo que harás si sigues quedándote aquel hermoso secreto que te consume el alma lentamente, porque como actúas, día a día, sé que lo está haciendo, se que te lastima sin querer pero lo hace, y es mejor que saques todo aquello, que todo lo que pase lo dejes al destino que, nunca adivinarás pero que siempre trae lo mejor para ti, sea bueno o sea malo…

—¿Y si me rechaza? ¿Si me dice enfermo? ¿Si me humilla? ¿Si me desprecia? —me fui atemorizando más y más con cada pregunta que salía de mi boca y, terminé por desesperarme con la última que se me pasó por el subconciente—¿Si me habandona?

—¿Y si siente lo mismo y solo se oculta tras unas buenas piernas y curvas? —valla, este sí que vuela lejos la imaginación—si dice que siente lo mismo y se ánima a…

—¡GEORG! —le interrumpí de nuevo, esto ya es demasiado—basta, está bien que también cabe la posibilidad que no… pero, tampoco te vayas a extremos, es obvio que no es así… en todo caso, el lado positivo quedaría ¿Qué tal si me comprende? Pero, lo veo difícil, digo, no todos los días te enteras de que tu hermano gemelo sueña con follarte y amarte todas las noches de su vida porque esta perdidamente enamorado de ti.

—no seas tan explícito tío—me sonrió—pero, pues, tienes razón, sin embargo tú te hiciste la pregunta correcta contraria a todos tus miedos, es fácil imaginártelo y, sabes bien que cabe dentro de las posibilidades y, sobre lo otro, eso es cosa de que lo imagine él, dudo mucho que si te está costando trabajo revelarle todo esto, termines por decirle lo último

—vale tienes razón pero, aún así, tengo un miedo tremendo ante cualquier situación que se presente, y es que no conoces tanto a Tom como yo—con la mirada me dio la razón, así que continué—y somos tan unidos que, me muero si me aleja de él… no sé si me entiendas…

—eso trato, eso trato pero, aún así estoy en mi misma posición de antes y de ahora, pienso que deverias de decirlo, nunca sabes como reaccionará si no lo intentas, creo que es la mejor desición, que puedes tomar, sin no lo intentas, nunca acabará… sé lo que te digo, en el amor se arriesga…

—pero…—intenté refutarle pero, volvió a hablar.

—pero nada Bill, si en esta vida te llenas de “peros”, nunca podrás encontrar las verdaderas razones de la felicidad y de la tristeza, si no arriesgas no ganas, y, aunque puedes perder, sabrás que lo intentaste lo mejor que pudiste—quedé callado, tenía razón— y en este caso, si no le dices, si no lo intentas, jamás sabrás si en verdad siente algo por ti, si te comprende y si es ese caso, pues serás feliz y si no, si te desprecia y, si todos tus miedos se vuelven realidad, entonces sabrás que lo intentaste, que lo diste todo y, que a pesar de todo ese sufrimiento, estás tranquilo porque no tuviste que ocultarle nada, sabe todo, y que aunque siempre lo amarás, esta duda que te consume día a día, ya no será la causante de tu agonía y de tu muerte diaria. Ánimo pequeño, yo te apoyo, yo sé lo que es el amor y sé que es el sentimiento y a la vez el sufrimiento más hermoso de todos. —valla, este tío será poeta, pero que palabras da ¡JODER!

—no sé quien coño eres Georg, este que está enfrente no lo conozco pero, muchas gracias amigo, tu si eres uno verdadero y me alegro estar contigo y haberte conocido, creo o no no, no creo, sé que tienes razón y lo haré… espero contar con tu apoyo…

—valla, que palabras tan hermosas, yo también te quiero mucho Bill y te considero mi mejor amigo, aparte del rastafari de Tom—se burló a lo que yo también—y qué bueno que lo tomes de esa parte, y yo siempre te apoyaré gatito…

—hey, que no soy un gato—reímos al unisono—pero muchas gracias lo haré
El resto de la noche disfrutamos de la hermosa velada que se presentaba esa noche, y es que esa misma noche veía todo con mejor claridad. No cabe duda que hablar con alguien que sabe, que te comprende y que sabe aconsejar y, que en mi caso es Georg, te sirve de la puta madre, y, es que era lo que hasta el momento necesitaba. Un consejo.

Nunca vi las cosas de este modo, siempre de mis miedos y la razón, no está de más soñar pero, Geo tiene razón. Y es que esta duda, me está matando poco a poco. No puedo estar tranquilo y ahora sé que, pase lo que pase, me acepte o me desprecie, al menos ya sabré lo que siente por mí, su reacción al estar conmigo y al saber mi más puro secreto. El único.

Ahora, es el único momento en que siento una paz enorme, y, aunque me embarga esa ansiedad, esa duda y esa preocupación, siento y vivo ahora una respuesta que estaba buscando desde hace años y, que inesperadamente una noche cualquiera ha llegado a mí, de la persona que menos esperaba.

Tengo y sé lo que debo hacer, y aunque mi corazón se contraiga del pavor por saber su reacción, está tranquilo ante la situación. Solo espero que esto dure un poco más.
Mañana, mañana será. Después del concierto. Después de la calma, viene la tempestad. ¿No es así?

—Mañana Georg—respondí casi para mí mismo, pero me escuchó—mañana sabré mi destino…           



Lo mismo, pido disculpas.
:C 

2 comentarios:

  1. wow georg me dejo a si 0.0 que dulce y que lindo fic

    atte hiden

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    1. ¡Qué bueno que te guste! Sí, habrá un poco de Biorg :33 es lindo.. ¡Gracias por comentar! :DD

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